Hoy me gustaría mucho dar las mejores pautas para que os convirtáis en verdaderos experto en té. Aunque con la práctica los aficionados al té desarrollan sus propios trucos para realzar el sabor de su taza, hay una serie de principios generales que todo maestro tetero debería conocer.
1- Elegir un té de calidad.
2-Guardarlo apropiadamente.
3-Mantener en buen estado la tetera.
4-Calentar la tetera antes de la infusión.
5-Utilizar agua mineral.
6-Hay que poner dos cucharaditas rasas de té, una por taza y otra para la tetera.
7-Verter el agua antes de que hierva.
8-Dejar reposar el té el tiempo justo.
9-Servirlo fresco.
10-No endulzar demasiado el té.
TIPOS DE TETERAS
Aparte de todas mis recomendaciones, el material de la tetera y de las tazas influyen en la infusión final, aunque no digo que unas sean mejores que otras.
Tanto si elegimos tetera de porcelana, como si es de hierro colado o de cristal al final todo depende del cuidado que le dediquemos. Lógicamente una tetera que esta acumulando polvo en una estantería no va a contribuir a hacer un buen té.
En cuanto a las tazas, varía de una cultura a otra al igual que las teteras. Los japoneses prefieren cuencos pequeños sin asa, elaborados artesanalmente y con pequeñas imperfecciones. Los británicos en cambio se han distinguido por sus finas porcelanas monocolor.
Sin embargo en las modernas teterias de ahora se están imponiendo las teteras de cristal, porque dejan ver y apreciar el color y pureza de la infusión. Cualquiera de estas opciones será correcta.
Los aficionados al té valoran especialmente que las hojas estén frescas, lo cual no resulta tan sencillo en Europa, teniendo en cuenta el largo viaje que deben realizar hasta llegar a la tienda.
Aunque compremos un té de alta calidad si no lo almacenamos correctamente no podremos gozar de todas sus propiedades y matices. Hay que evitar los frascos de cristal, sobre todo si son transparentes, ya que la claridad deteriora el té. Tampoco os aconsejo un recipiente de plástico, lo ideal es utilizar un bote de cerámica o cristal opaco con un cierre hermético. Las tradicionales latas de té también son muy adecuadas.
Para mantener un buen estado de la tetera, yo recomiendo lavarla solo con agua y un cepillo o una esponja.
Si llenamos la tetera de agua caliente y la vaciamos antes de servir el té, la infusión se recalentara liberando todo su aroma, en invierno también se puede calentar las tazas siguiendo el mismo método.
Antes de coger la cucharadita de té hay que mover el recipiente para que las hojas se despierten de su "letargo" y así de esa forma intensificamos su aroma. Incluso si vas a utilizar bolsita, la agites antes de introducirla en la taza, el té sabrá mejor si sus hojas se sueltan primero, a veces ya sea por las condiciones de transporte o la humedad, el té se queda apelmazado.
Tengo que deciros que aunque a menudo se presta poca atención a este detalle, uno de los secretos para obtener una buena infusión es la calidad del agua, conviene pues utilizar siempre agua mineral.
Hay que verter el agua en la tetera antes de que hierva sobre todo si se va hacer té verde, cuyo delicado sabor puede estropearse si hierve demasiado.
Tanto en las bolsitas de té, como en el té a granel hay que dejarlo reposar el tiempo justo, yo aconsejo por termino medio unos tres minutos dentro de la tetera, que debemos tapar enseguida. El té lleva muy mal que lo recalentemos porque además de perder sus beneficiosos poderes antioxidantes apenas tendrá sabor y aroma. En cualquier caso, siempre hay que preparar el té en el momento en el que vamos a tomarlo.
Los gourmets del té, en especial los amantes del té verde, raramente endulzan su taza, ya que el azúcar enmascaran el sabor genuino de la infusión, lo ideal sería no endulzar lo pero si tienes que hacerlo te aconsejo, el azúcar de caña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario